jueves, 23 de abril de 2015

Un discurso incierto



Siempre miramos con resignación los errores del pasado, las malas decisiones y más frecuentemente los sueños que escribimos en el papel hace ya mucho tiempo y que, por cuestiones ajenas y extrañas no se pudieron llevar a cabo. Uno, tras otro, cada día trae consigo muchas posibilidades y nos da para escoger variedad de caminos para empezar a trazar nuestro destino,  o al menos eso piensan algunos. Otros dirán que ya todo esta determinado y que no importa lo que se haga todo llevará a un mismo lugar, a un mismo fin,  a una mazmorra oscura y sin retorno,  a la que muchos prefieren llamar 'muerte'. Esta discrepancia de opiniones es totalmente válida y coherente, después de todo,  no se puede saber a ciencia cierta si hay vida más allá de lo oscuro  o si  tenemos un propósito  secreto que  estamos en la obligación de cumplir antes de partir de este  mundo. En realidad para cuestión de lo que viene a continuación no importa mucho, lo uno, ni lo otro, lo que más interesará será la capacidad y la voluntad que cada quien tenga para contribuir a que la vida sea más amena y agradable,  que cada despertar sea mejor que el anterior y a que lo que se construya puede servir como inspiración a otros,  para que, en medio de su locura, tengan la convicción que se necesita para dejar huella.

No se puede negar que, aún teniendo todo lo que se requiere, hay veces que sentimos que necesitamos algo más,  que nos hace falta una pieza para terminar de satisfacer nuestros deseos, que el día es muy corto, que nos hacen falta horas  para cumplir con todas las fantasías que quisiéramos cumplir. Pero pudiera ser que, cuando nos detenemos a pensar sobre esas cosas, estamos, tal vez, perdiendo tiempo valioso que pudiera ser aprovechado en algo más o pudiera ser que lo hacemos para evitar pensar en aquello que quisiéramos hacer pero que por circunstancias, sobre las que no tenemos control, resultan casi que imposibles de llevar a cabo.

A fin de  cuentas debemos tener  presente siempre  algo sencillo y diciente: el pensamiento profundo, la búsqueda incesante y el actuar sensato pero constante, serán las llaves que abrirán puertas para lo que vendrá y que ayudarán a dejar atrás otras que ya pasaron y que no tendremos la posibilidad de recuperar jamás.

J.A.P Titavec

No hay comentarios.:

Publicar un comentario